Pueblos indígenas fundamentales post COVID
La COVID-19 ha aumentado las desigualdades estructurales enfrentadas por los pueblos indígenas, afrodescendientes y otras etnias en los territorios rurales, lo que agrava las pérdidas humanas, culturales, ambientales y económicas, incalculables e irreparables, para los países de la región.
Atendiendo a una solicitud del Presidente, Senador Jorge Pizarro, y el Secretario Ejecutivo, Sr. Elías Castillo, del Parlamento Latinoamericano y Caribeño (PARLATINO), y con respaldo de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Dessarrollo (AMEXCID) y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) presentó ante la Comisión de Pueblos Indígenas, Afrodescendientes y Etnias del PARLATINO, una propuesta de lineamientos que destacan el papel prioritario de estos pueblos en el diseño e implementación de estrategias de desarrollo vinculadas al mundo rural y las oportunidades para la acción climática en la región de América Latina y el Caribe.
El Secretario de Comisiones del PARLATINO, inauguró la sesión diciendo “Con el espíritu de resolver las desigualdades que ha aumentado la pandemia y que ha venido trabajando esta Comisión de Pueblos Indígenas, Afrodescendientes y Etnias, agradezco a la FAO, la Cooperación Internacional y todas las instituciones que contribuyen a este tema con su trabajo”, y cedió la moderación a la Diputada Alicia L. Ticona, Presidenta de la Comisión.
Mauricio Mireles, Oficial en Políticas para Pueblo Indígenas e Inclusión Social de la FAO, presentó tres argumentos fundamentales para comprender la importancia de colaborar con los Pueblos Indígenas y Afrodescendientes en el contexto de la recuperación socioeconómica con transformación y la acción climática:
El primero, que la población rural indígena y la población rural afrodescendiente podrían llegar a representar más del 46% de la población rural de América Latina. El segundo, la vasta extensión y riqueza biológica de sus territorios colectivos, pues si se suma toda el área de los territorios donde los pueblos indígenas, afrodescendientes y tribales realizan gobernanza forestal, sumaría entre 320 y 380 millones de hectáreas, incluyendo las áreas formalmente reconocidas por los estados y aquellas que aún no han sido reconocidas. Por último, pero no menos importante, mencionó sus conocimientos ancestrales, que favorecen el manejo sostenible de los bienes naturales.
En este sentido, en representación de la FAO, el consultor Álvaro Pop, continúo y presentó los 18 lineamientos desarrollados sobre:
- “Vivir bien – bien vivir” (el derecho al desarrollo) y su participación en la toma de decisiones nacionales y/o regionales
- El derecho al consentimiento libre previo e informado y diálogo permanente entre Gobiernos y Pueblos Indígenas y Afrodescendientes
- Identidad, cultura, cosmovisión y lengua
- El derecho al territorio y al desarrollo territorial con identidad
- Manejo de los bienes naturales y acceso al financiamiento climático
- Sistemas alimentarios tradicionales, seguridad y soberanía alimentarias
- Educación intercultural, la digitalización y acceso a los medios de comunicación virtual
- Enfoque interseccional e intergeneracional (mujeres, juventudes e infancia)
- Mecanismos de justicia tradicional y contra el aumento de la violencia
- Acceso al empleo decente y a la protección social ampliada
- Salud intercultural y la medicina tradicional
- Pueblos transfronterizos y pueblos en aislamiento voluntario
- Administración y autogestión de recursos públicos
- Intervenciones en contexto de desastres naturales y emergencias
- Actualizaciones legislativas y designación de presupuestos específicos
- Acceso al crédito, al financiamiento y la asistencia técnica
- Colaboración con el sector privado
- Mejora de la información estadística desagregada por género, grupo etario y etnia
La Comisión de Pueblos Indígenas, Afrodescendientes y Etnias, en voz de su presidenta, recibió la propuesta y se comprometió a devolverla a la FAO en un mes, con sugerencias de mejoras para seguir avanzando en su validación para todos los países de la región por el PARLATINO.
“Desde la FAO, estamos trabajando para contribuir a evitar que la actual crisis sanitaria por COVID se convierta en una crisis alimentaria”, dijo Alfredo Mayén, Oficial de Programa para Mesoamérica, en representación de la Organización. Además, reconoció el trabajo del PARLATINO para responder a los retos de la COVID-19 y reiteró el compromiso de la FAO con seguir contribuyendo a la recuperación transformadora de la región.
“Los grandes logros alcanzados en el marco de la alianza PARLATINO-FAO, como las Leyes Modelo en materia de agricultura familiar, pesca artesanal y agua, evidencian que la coordinación interinstitucional efectiva y eficiente es posible, además de ser el mejor camino para lograr impactos amplios y muy significativos”, agregó José Alfredo Galván, Director de Desarrollo Social, Humano Y Sustentable de la AMEXCID, quien se mostró complacido por acompañar a la FAO a presentar la propuesta “para la inclusión, visibilidad y atención a las comunidades indígenas y afrodescendientes”, concluyó.
Estas leyes han surgido en el marco de la alianza PARLATINO-FAO, gracias al impulso del programa “Mesoamérica sin Hambre AMEXCID-FAO” y el “Programa España-FAO para América Latina y el Caribe”, que articulan esfuerzos en favor de políticas públicas y marcos normativos más efectivos para acabar con el hambre y la pobreza rural en la región.