Producción orgánica en Lempira
“Después de cuatro años el suelo nos está agradeciendo con plantas más saludables y que resisten más a las enfermedades”, con estas palabras comenzó Leticia Díaz Cruz, una de las fundadora del grupo Embajadores del Ambiente y Más (EMAS) y miembro de la Red de Mujeres de la Reserva de Biosfera Cacique Lempira Señor de las Montañas (RBCLESM) a explicar las ventajas del uso de abonos e insumos orgánicos en su finca.
Los materiales para la fabricación de abonos orgánicos son de fácil acceso, incluso pueden encontrarse dentro de la misma finca, por eso resultan más sencillos y mucho más económicos que los productos convencionales, además, la principal ventaja es que contribuyen con la fertilidad del suelo y la salud no solo de la planta, sino con la salud de los seres humanos.
Cuatro años atrás, el suelo de su finca, ubicada a los pies de la montaña de Puca, era pobre en micronutrientes y necesitaba invertir enormes cantidades de insumos convencionales y de dinero para producir una manzana de café, sumado a que las plantaciones eran más susceptibles a plagas y enfermedades como la roya o la broca y los altos precios de los agroquímicos.
“Antes de aplicar los orgánicos, sufría de plagas en el café, como la broca y la roya, después de cuatro años de uso continuo las plagas han disminuido considerablemente y se ve menos afectación por las enfermedades”, apuntó.
Reconoce que es necesario un cambio de paradigma acerca de los abonos orgánicos “es necesario explicar a los y las productoras las ventajas y beneficios de aplicar abonos e insumos orgánicos en sus parcelas, detallando no solo que contribuyen con un suelo más fértil y vivo, que es capaz de producir plantas sanas y nutritivas, sino también que es necesario que el proceso de aplicación tiene que ser continuo y constante para obtener mejores resultados”.
Sus inicios en la agricultura orgánica
En el 2018, la Fundación Comunitaria Puca con el acompañamiento del proyecto PROCAMBIO GIZ de la Cooperación Alemana, organizó un taller de agricultura orgánica dirigido a unas 100 familias productoras de la reserva de biosfera.
Como resultado de estos talleres, un grupo de 14 productores de la comunidad Lagunas de La Iguala, decidieron organizar el Grupo EMAS, con el objetivo de preparar sus propios insumos orgánicos y a la vez, poner estos productos al alcance de otros agricultores. Entre este grupo, estaba Leticia, como la única mujer participante de su comunidad. Ella junto a su primo, Esteban Díaz Mejía, han sido los promotores y facilitadores para replicar en otras comunidades, sus conocimientos sobre los abonos e insumos orgánicos.
Debido al interés que demostró desde un inicio para pasar de una agricultura convencional al cultivar de manera orgánica, Leticia fue becada por PROCAMBIO GIZ para participar en un diplomado de agricultura orgánica impartido por Jairo Restrepo, considerado como el máximo exponente de la agricultura orgánica en Latinoamérica.
Su experiencia en Colombia le permitió ampliar su visión acerca de la agricultura orgánica y cuestionarse sobre el impacto provocado por los agroquímicos en los recursos naturales y en la salud humana. Desde entonces, Leticia ha impulsado entre las familias productoras, el uso de abonos orgánicos.
Producir amigable con el ambiente
Para esta joven, madre de dos menores de edad, proteger los recursos naturales es garantizar el futuro de su hija y de su hijo, por lo que, al hacer uso de abonos, foliares y otros insumos orgánicos, se contribuye no solo a tener un suelo saludable, sino también a que el agua este libre de contaminantes, como los pesticidas y fungicidas que se filtran hacia las microcuencas.
“Me pareció super interesante el aporte y el cambio que la agricultura orgánica puede hacer en nuestra salud y en la de nuestra familia y sobre todo saber, que existen alternativas para abonar de manera más natural y amigable con el ambiente”.
Es del criterio que de esta forma se puede cambiar la vida de las y los consumidores y contribuir a mantener saludables los recursos naturales “y desde entonces comenzó mi interés”, aseguró.
“Es necesario que las familias productoras se den la oportunidad, que conozcan sus ventajas y que experimenten y pongan a prueba la agricultura orgánica, que sepan que es buena y que tiene muchos beneficios para la salud de nosotros y la salud del suelo y el agua”.
Laboratorio de orgánicos
Leticia ha convertido parte de su finca en una especie de laboratorio o biofábrica de insumos orgánicos en donde productores aledaños a su comunidad, aprenden a preparar bocashi, foliares, insecticidas, fungicidas, microorganismos de montañas y bioles, entre otros.
“Aquí se aprenden a elaborar los abonos y se ponen en práctica, el objetivo es que las y los productores vean los resultados, conozcan sobre las ventajas y beneficios de utilizar abonos orgánicos en sus parcelas”.
En su “laboratorio” se observan harinas de roca y de huesos, cenizas, además de materiales que pueden encontrarse en las fincas como la casulla de café, cáscaras de huevo y material orgánica, barriles con microorganismos de montaña, sulfatos y zinc, entre otros minerales.
“PROCAMBIO nos ha apoyado no solo con capacitaciones y diplomados en agricultura orgánica, que para nosotros es lo más valioso, sino también con la dotación de barriles y otros materiales necesarios para la fabricación de los abonos orgánicos”.
Durante las réplicas de estos talleres, agricultores provenientes de diversas comunidades de la zona de amortiguamiento del Refugio de Vida Silvestre Montaña de Puca, una de las tres áreas protegidas de la reserva de biosfera, se capacitan en diversas técnicas para la preparación de insumos orgánicos que contribuyen a restaurar el suelo, mejorar sus niveles de fertilidad y de productividad y sobre todo, mantenerlo libre de productos químicos.
Actualmente, el grupo EMAS capacita a las esposas de los productores en la elaboración de abonos e insumos orgánicos, ya que son ellas las responsables de los huertos familiares, por tanto, aseguró Leticia, es importante que ellas conozcan, aprendan e implementen en sus huertos estos insumos para la producción de alimentos saludables y nutritivos.
Como parte de la práctica, se aplican estos abonos orgánicos en plantaciones de café, chile habanero, tomateras y en el huerto familiar, de esta manera las y los agricultores pueden observar mejores rendimientos durante la cosecha.
Además, Leticia impulsa entre las miembros de la Red de Mujeres, el uso de abonos e insumos orgánicos, al facilitar jornadas de fortalecimiento de capacidades con diversos grupos de la red, para el caso, capacitó a 23 mujeres y 10 hombres del municipio de La Iguala, en asocio con la Oficina Municipal de la Mujer (OMM), por lo que espera continuar con esta labor con otras mujeres de la reserva de biosfera.