Motivos para comer sandía
La sandía es una de las frutas veraniegas por excelencia. Refresca y es altamente hidratante, pero, además, cuenta con un gran número de nutrientes muy beneficiosos para nuestra salud. Contiene vitamina C, vitamina A, potasio, magnesio, licopeno y betacaroteno. En concreto, su cantidad de licopeno y betacaroteno aumenta cuanto más madura está la sandía así que es preferible comerla bien madura para aprovechar al máximo. Es buena para el corazón. Contiene citrulina, que se transforma en arginina. Estos aminoácidos ayudan a mantener la elasticidad de las arterias y los vasos sanguíneos, favorecen el flujo sanguíneo y contribuyen a una correcta función cardiovascular.
Ayuda a bajar de peso. Esta fruta es baja en grasa y calorías, pero rica en nutrientes. Tan solo aporta 30 calorías por 100 gramos. Es una excelente solución para acabar con el “gusanillo” de media mañana y además es muy fácil de preparar para llevar al trabajo. Es buena para los ojos. Como hemos dicho, la sandía es una gran fuente de betacarotenos, que en el organismo se convierte en vitamina A, excelente para prevenir la degeneración asociada con la edad. Asimismo, contiene vitamina C, antioxidante que reduce el riesgo de cataratas.