El interrogante que nos desafía es ¿Cómo garantizar la SEGURIDAD ALIMENTARIA en medio de un escenario de climas extremos? La agricultura es parte de la solución y por lo tanto es necesario que en la mesa de discusión puedan participar de primera mano los agricultores. También es necesario que la toma de decisiones públicas se fundamente en la ciencia y la tecnología, así como en las experiencias positivas que se han logrado en el camino hacia una agricultura más sostenible. De igual manera, debe tenerse cuidado con tendencias politizadas que antagonicen a la agricultura como contribuyente a la sostenibilidad.

La innovación y las tecnologías de la Industria de la Ciencia de los Cultivos pueden mitigar y ayudar a la adaptación del cambio climático. La agricultura digital y de precisión, la agro-biotecnología y los productos de protección de cultivos maximizan el potencial agrícola. De la mano con buenas prácticas agrícolas, estas tecnologías hacen posible aumentar el secuestro de carbono en los suelos y reducir las emisiones de gases efecto invernadero.

El uso de drones en la agricultura, de las aplicaciones -APPs- para el manejo de los cultivos, la rápida adopción de cultivos con biotecnología, el desarrollo de plantas editadas genéticamente son ejemplos de cómo la innovación puede contribuir a aumentar la productividad, a mitigar los efectos del cambio climático y a proteger los recursos naturales, incluyendo a la biodiversidad.

Garantizar el acceso de los agricultores a las tecnologías y a un entrenamiento permanente en mejores prácticas agrícolas, despertando mayor atención a la salud de los suelos y a la protección de los ecosistemas reconociendo los avances alcanzados en las últimas décadas, son parte de los retos que tenemos no solo como parte de la cadena de producción agrícola, sino como sociedad.

La #COP27 contribuye a exponer y difundir los retos sobre cómo producimos los alimentos y nos permite hacer un llamado a los líderes globales y a todos como consumidores para comprender el tema, que requiere ciencia, innovación, educación, inversión y sobre todo la participación de los agricultores, como actores centrales de los sistemas alimentarios.

Será de la mayor importancia que las decisiones que se adopten durante esta cumbre climática sean compatibles con los demás Objetivos de Desarrollo Sostenible, incluyendo el fin de la pobreza y el hambre, que con mayor intensidad afectan las zonas rurales.