Exportaciones a UE en COVID-19
Autores:
MSc. Melina Armijo. Consultora en Agronegocios Internacionales, Desarrollo Rural, Cadenas de Valor y Compradores Internacionales. MSc. Julio Aguilar Gudiel, Category Manager en CH Robinson / Robinson Fresh, Holanda
La historia de las exportaciones agrícolas de Honduras no podría ser contada de forma completa sin tomar en cuenta el papel que las transnacionales bananeras jugaron en el desarrollo político y comercial de Centroamérica a principios del siglo pasado. El Dr. Wilson Popenoe, reconocido botánico, agrónomo y primer director de la Escuela Agrícola Panamericana, El Zamorano; en 1952 en sus estudios e investigaciones de fruticultura, inmortalizó el papel de Centroamérica como una región hortofrutícola por excelencia con su célebre frase: “Muy pocas regiones producen una gran gama de frutas que Centroamérica.”
Las palabras del Dr. Popenoe continúan siendo vigentes en la actualidad. La región Centroamericana es reconocida a nivel mundial por exportar bienes agrícolas de alta calidad, especialmente productos hortofrutícolas. Según estudios de la Dirección de Inteligencia Económica de la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (SIECA), Centroamérica cuenta con las condiciones agroecológicas ideales para la producción de una gran diversidad de frutas. Según SIECA, el índice de ventajas comparativas evidencia que la región posee una especialización exportadora en 10 tipos de frutas. Previo a la pandemia, el desempeño de la región Centroamericana mostraba una tendencia positiva con una tasa de crecimiento anual de un 5% con relación a las exportaciones hortofrutícolas.
Uno de los socios comerciales más importantes del istmo centroamericano es la Unión Europea (UE). Ésta, constituida por sus 28 estados miembros, posee una población de alrededor 450 millones de habitantes. En el año 2019, el sector hortofrutícola de la UE representó un volumen de negocio de más de 200 billones de Euros (EUR), del cual la mayor cantidad de la producción, (80 Mio. de toneladas (T)) es producida dentro del continente especialmente en regiones del sur (España, Italia y Francia mayormente). Mientras que las importaciones en menor valor se valorizan 16 billones de EUR en el mercado con un volumen de 15 millones de T.
Se ha observado que las frutas que dominan el mercado de importación, se han categorizado en ocho principales commodities, dentro de los cuales, la banana se ha consolidado como líder (5.5 millón T), seguido por las naranjas (950000 T), piña (900000 T), uvas (620000 T), aguacates (550000 T), limones (485000 T), manzanas (478000 T) y melones (413000 T).
Precisamente, tres de los ocho commodities que dominan el mercado de importaciones del viejo continente, son aprovisionados por países de la región. El valor total de las exportaciones hortofrutícolas de Centroamérica hacia la UE en el año 2019 fue de 1,415,926 millones de USD; y los productos más exportados fueron: tubérculos como camotes, bananas, aguacates, melones, piñas, plantas y follajes.
A consecuencia del COVID-19, el mercado de la UE ha experimentado un comportamiento de precios con altas volatilidades debido a los cambios erráticos en la demanda de productos frescos. Dada la interrupción de soluciones logísticas a nivel global, un resultado inminente que ha afectado las cadenas de productos hortofrutícolas ha sido el incremento del costo de los fletes, lo que se ha traducido en una transmisión de los costos al consumidor. En adición, una gran parte de estos productos frescos han estado destinados para el sector de hoteles, restaurantes y catering (HORECA), cuya demanda cesó inmediatamente como consecuencia medidas de confinamiento.
Éstas medidas también han tenido un impacto en los patrones de compra y de consumo de los ciudadanos europeos, por ejemplo, se ha evidenciado que la modalidad de abastecimiento vía las cadenas de supermercados prevalece, la cual se ha convertido en una larga y cuidadosa parada de compras. Además, ante la escalada de precios, se ha observado una preferencia por el consumo de productos frescos con larga vida de anaquel y frutas esenciales como las bananas, cítricos o manzanas.
Por el contrario, la demanda de frutas exóticas y generalmente tropicales como papaya, mango, frutos del bosque ha disminuido dramáticamente. Estos productos, además ser altamente perecederos, su transporte y abastecimiento ha sido impactado por los costos de fletes aéreos los cuales han subido aproximadamente en un 300·% en comparación a los costos antes de la pandemia.
Actualmente, el mercado europeo apuesta por el consumo de los productos frescos producidos dentro del viejo continente. Sin embargo, dentro de los desafíos que los países productores experimentan a nivel de cosecha, ha sido manifestado en escasez significativa de trabajadores temporales debido a prohibiciones para viajar a las áreas productivas. Esto se traduce a que probablemente no se podrán cosechar efectivamente todos los campos europeos en producción.
¿Qué ha sucedido con las empresas que exportan productos hortofrutícolas en Centroamérica? Un ejemplo de esto, es la empresa “Finca Tropical”, cuyas plantaciones de coco están en Belice y paralelamente posee cultivos de bananos en la zona norte de Honduras. En el caso de Honduras, el Sr. José Obregón gerente general de la empresa nos comenta que actualmente sus operaciones de exportación de bananos hacia la UE no se han visto tan afectadas por temas logísticos. Por el contrario, existe una demanda de bananos hondureños hasta en Ucrania. A nivel de la finca, se han reportado pocos casos de operarios infectados con COVID-19; y aquellos que fueron diagnosticados positivos fueron rápidamente evacuados. En adición, dada la organización de las tareas dentro de la finca, muy raras veces existe un contacto entre los trabajadores, pues usualmente están segregados entre las diferentes hectáreas.
El Sr. Obregón enfatiza que, dado los altos estándares de calidad requeridos en procesos de exportación, en su empacadora se han tomado todas las medidas de bioseguridad necesarias no solamente para salvaguardar la inocuidad de los bananos; sino que también para evitar que, durante el proceso de preparación de la fruta para exportación, resulten personas contagiadas. También asegura que, en Belice, la situación de la pandemia ha tenido menores repercusiones en el sector hortofrutícola, que en Honduras y/o en Guatemala.
No obstante, otras empresas en Centroamérica no corren la misma suerte que “Finca Tropical”. Por ejemplo, en Costa Rica, la Cámara Nacional de Productores y Exportadores de Piña (CANAPEP) ha divulgado entre los medios de comunicación costarricenses que la campaña usual de exportaciones de piñas en el curso de este año hacia la UE se ha visto fuertemente afectada. La paralización del sector HORECA ha sido una de las principales causales de la reducción de consumo de piña en Europa. Según estimaciones de la Cámara de Exportadores de Costa Rica (CADEXCO), otros productos del sector hortofrutícola como tubérculos, follajes, etc. también ha sido fuertemente golpeados en las exportaciones.
Aunque para el segundo cuarto del 2020, las medidas severas de distanciamiento social en la UE han sido flexibilizadas y pese a tener la pandemia bajo control, la economía de la UE presenta niveles de contracción en su producto interno bruto (PIB), el cual se estima que para finales de 2020 terminara con un 9% menos en promedio comprado con el año 2019 siempre y cuando no se desarrolle una segunda ola pandémica. Esto se traduce en que la crisis del virus será la crisis económica más profunda desde la Gran Depresión en 1930, dejando una reducción de la demanda extranjera (importaciones externas), y el incremento en la tasa de desempleo generando un descenso en los niveles de consumo, que por consiguiente afectará la demanda de productos hortofrutícolas.
Hoy por hoy se desconoce el desenlace exacto de la situación pandémica, y de cómo sus repercusiones en las condiciones macroeconómicas impactaran en el estilo del consumidor; y por ende las importaciones de productos hortofrutícolas. Sin embargo analistas europeos han considerado tres posibles escenarios pertinentes al consumo de productos frescos:
1.Optimista: retorno de las actividades normales (escuelas, lugares de trabajo, tiendas, restaurantes, etc. reapertura) en al algún punto del tercer cuartal de 2020.
2.Intermedio: escenario de termino mediano que es posicionado en el último cuartal del año.
3.Pesimista: panorama global a largo plazo retorno general a las condiciones normales en algún punto de la primera mitad de 2021.
¿En qué escenario concluiremos?, Esto se verá reflejado a través del tiempo, mientras tanto las empresas del sector deben de estar preparadas para seguir copando con las dificultades impuestas por la pandemia.