El Cuarto Foro Mundial Bananero
Autores:
MSc. Melina Armijo (Investigadora en Políticas Agrícolas) y José Antonio Hidalgo (Director Ejecutivo de AEBE)
El cuarto foro mundial bananero reunió a productores, así como a representantes de los gobiernos de países productores del oro verde, procedentes de África, Asia, América Latina, y se dieron cita en el mes de marzo, en la sede de la FAO en Roma, Italia.
Desde sus inicios en Honduras, en 1890, la cadena de bananos se ha internacionalizado, y hoy en día, Ecuador es el principal productor y exportador a nivel global. Dado esto, son los países del sur global que proveen seguridad alimentaria proveyendo bananos al mundo. De acuerdo con datos estadísticos de FAO[1], más del 90 por ciento de los bananos para exportación provienen de América Central y América del Sur y de Filipinas. Para el caso de la Unión Europea, el viejo continente es el mayor importador con una participación de mercado del 27%, es decir se aprovisiona de un cuarto del mercado global de bananas. Seguido por los Estados Unidos de América, China, la Federación de Rusia y el Japón.
El programa del foro contenía muchas demandas de cambios estructurales en la cadena intercontinental de suministro de bananos; pues a pesar de más de un siglo de operaciones globales, la cadena aún necesita resolver problemas orgánicos. Esto con el objetivo de plantear condiciones más justas para los países productores, en vista de todo el trabajo que significa producir y exportar bananos desde el hemisferio sur hasta el hemisferio norte.
Especialmente, los representantes de las asociaciones expresaron sus preocupaciones en tres grandes áreas: 1) producción, 2) estándares de certificación, y 3) retornos económicos derivados del proceso de comercialización. Estos temas fueron abordados ante diferentes organismos internacionales, la comunidad científica, compañías importadoras, las grandes cadenas de supermercados en Europa, y representantes de la Comisión Europea.
A nivel de producción, existen dos temas fundamentales para los países productores: Las condiciones laborales y las amenazas fitosanitarias. En el caso de la producción y el manejo de operarios de fincas, existe una asimetría en cuanto condiciones laborales. Para el caso de Ecuador, ha logrado erradicar el trabajo infantil y no tener brecha en el pago de salarios dignos de acuerdo a la Coalición Global de Salarios dignos, esto como resultados de sus políticas nacionales laborales, y de acuerdo a su constitución de la República Ecuatoriana, parte de una gran conquista del sector laboral a nivel nacional por medio de políticas públicas a lo largo de su historia de país. Sin embargo, en Guatemala, según SITRABI[2] aún existen puntos de mejora en los derechos laborales. Por ejemplo, en algunas empresas, las mujeres guatemaltecas que lavan y empacan el banano hacen turnos laborales desde las 2:00 a.m. hasta las 10:00 p.m., además de que no todas las compañías productoras de banano se acogen al salario mínimo ordenado por el gobierno guatemalteco, creando una competencia desleal para otras compañías agrícolas que si trabajan en el cumplimiento de los derechos laborales. Por otro lado, desde Honduras, la señora Iris Mungía, nacida en las plantaciones de banano de Chiquita en la Lima, ha luchado toda su vida abogando por los derechos laborales, humanos y de las mujeres, en las plantaciones bananeras. A pesar de los esfuerzos, Munguía expresa que hoy en día, aunque hay compañías ya operando 100 años la Industria bananera; existe en Honduras mucha desigualdad salarial. Muchos trabajadores no reciben un salario mínimo oficial, y tampoco un salario que brinda a los trabajadores condiciones dignas para mantener su costo de vida. Como consecuencia, muchos hondureños, han elegido la migración ilegal hacia Estados Unidos.
Desde Suiza, la Organización sindical mundial alimentaria, agrícola, hotelera (UITA)[3], junto a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), aboga para poder garantizar derechos laborales adecuados a trabajadores agrícolas a nivel global. Ha sido un hito que en marzo del 2024 ambas organizaciones lograron un acuerdo para lograr una definición de un “salario digno” en un contexto global. Con respecto del sector bananero, en su análisis del sector, y en acuerdo con el reporte de la OIT 2022/2023, la UITA señala que normalmente son las compañías transnacionales, las que fijan los precios de compra por los productos agrícolas o bien commodities. Cuando los sindicatos desean negociar mejores salarios, es difícil tener un margen adicional, para poder honrar un aumento salarial. Entonces es importante también revisar las prácticas de compra y de distribución justa del valor a lo largo de la cadena de suministro para que los trabajadores, que, aunque están en la parte inferior de la cadena, son ellos quienes producen los alimentos. Entonces es necesario que también puedan recibir un salario digno.
Con respecto de las amenazas fitosanitarias, un tema de mucha relevancia fue el Fusarium RT4. También las plantaciones bananeras afectadas deben de hacer muchas inversiones, no solamente a nivel de insumos, sino también a nivel de prevención y por ende recursos humanos. Los trabajadores en campo deben de estar altamente entrenados para poder apoyar todas las tareas para combatir el Fusarium.
Como segunda área de intervención, afectando fuertemente la industria bananera, son las certificaciones agrícolas de carácter privado, que, aunque son voluntarias, en los últimos años estas se han posicionado como un requisito casi obligatorio para la exportación de productos agrícolas y la industria bananera no es la excepción. Según datos de la Unión Europea, existen más de 440 certificaciones en el sector de alimentos. En este contexto enérgicamente las asociaciones de productores de bananos de Latinoamérica solicitaron el respeto a las leyes nacionales, debido a que las certificaciones ejercen una excesiva gobernanza que muchas veces contravienen las legislaciones nacionales de los países productores. Para profundizar en el efecto de certificaciones privadas, José Antonio Hidalgo, Director Ejecutivo de AEBE, como máximo representante del sector bananero del Ecuador y de Latinoamérica, en la plenaria del foro presentó un estudio en donde se deja concluir que, para el caso del banano, actualmente los productores en la región pagan de 7 a 11 diferentes esquemas de certificación. Esto implica constantes auditorías, creando duplicidades administrativas, pero sobre todo altísimos costos en servicios de consultoría, que los productores, paradójicamente deben de pagar, aunque los intermediarios y las cadenas de supermercados, son quienes mayormente se benefician de la comercialización de las bananas. Y también del uso de los estándares. Como resultado del foro, se ha conformado un comité para poder armonizar y reducir los esquemas de certificación.
En respuesta a esta solicitud de reducir las certificaciones para productos alimenticios, los representantes de la Comisión Europea, mencionaron que este ente político está tomando una responsabilidad de largo plazo a través del desarrollo de nuevas políticas públicas, derivadas del Green Deal, cuyo objetivo es que, en un periodo de 10 años, las cadenas agroalimentarias se vuelvan más sostenibles. Estas nuevas regulaciones no solamente aplicarán a agricultores de la UE misma, sino también a los productos que se decidan importar de terceros países, como el banano. Actualmente la Comisión Europea se encuentra también trabajando en una nueva legislación para poder regular las certificaciones privadas, que también se extienden a productos agrícolas.
Como última área de intervención en la cadena del banano, es el área de los beneficios económicos para los productores de la comercialización del banano. Los representantes de las gremiales productoras, abogaron por una distribución más justa de los ingresos para la cadena de valor, esto con el fin de que el precio que las cadenas de supermercados pagan por las cajas de bananos sean más justas. No se pueden pagar salarios más dignos a los trabajadores, si los precios que se reciben por los bananos de exportación son bajos, y si al mismo tiempo, las compañías exportadoras tienen que hacer muchos gastos por certificaciones agrícolas privadas, y absorben otro tipo de costos financieros para lograr el proceso de exportación.
Aunque no fue parte integral de la agenda, en el comunicado final de las asociaciones productoras de bananos en Latinoamérica, han solicitado a la FAO que el tema de seguridad en contenedores de bananos de exportación sea abordado permanentemente. Específicamente se ha solicitado a las autoridades de la Unión Europea, declarar el consumo de narcóticos como una emergencia de salud pública. Debido a su demanda, los productores de bananos en el sur global, enfrentan desafíos adicionales en los procesos logísticos de exportación. Esto también incrementa los costos de transacción para poder exportar bananas y crea muchos tipos presiones socio-económicas en los países productores.
Finalmente, es importante destacar que, en este foro de carácter mundial, los países del hemisferio sur han demostrado un alto nivel de coordinación y unanimidad, para poder solicitar tanto a FAO como a las autoridades de la Comisión Europea una mejor equidad para la cadena global de bananos.
Mayor información sobre el foro mundial bananero: https://www.fao.org/world-banana-forum/about-the-foro/es/
[1] https://www.fao.org/markets-and-trade/commodities/bananas/zh/
[2] https://www.colsiba.org/?p=57
[3] https://www.iuf.org/es/