Economía se contrae 1.3 %
Para la economía hondureña, la serie original del Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE), a marzo pasado, cuando iniciaba el impacto de la pandemia, mostró una contracción acumulada de 1.3 por ciento (alza de 2.9% en similar período de 2019), caída que no se observaba desde la crisis económica del 2009.
Los datos confirmados por el Banco Central de Honduras (BCH) establecen que la variación interanual de la serie de tendencia ciclo fue de -2.0 por ciento (3.0% en marzo de 2019).
Lo anterior es consecuencia de las medidas de contención (aislamiento) tomadas por el gobierno, para lograr un control preventivo y evitar un mayor contagio y propagación del COVID-19 desde mediados de marzo, que afectaron la prestación de servicios, centros de servicios personales y profesionales, cierre obligatorio de empresas y centros comerciales, entre otros.
La adopción de estas medidas incidió en una caída interanual de la producción de 10.9 por ciento en marzo, ante menor demanda de productos intermedios y exportables, así como en los bienes de consumo final. Se observó menos impacto negativo en el sector agroalimentario y su cadena de distribución y algunos servicios.
Sin embargo, aportaron de forma favorable los servicios de telecomunicaciones con el aumento de 4.7 por ciento (3.8% a marzo 2019), estimulada por el alza en los servicios de internet (residencial y corporativo), telefonía móvil y televisión por cable.
Estimuló además el almacenamiento de datos, ya que durante esta emergencia sanitaria estos servicios han sido fundamentales para continuar realizando labores a través del teletrabajo y recibir clases, por la falta de asistencia a los centros educativos.
Por su parte, el Valor Agregado de la Intermediación Financiera, Seguros y Fondos de Pensiones creció 4.8 por ciento (6.6% a igual período de 2019), alza explicada por el incremento en los ingresos de la Intermediación Financiera (5.1%) por concepto de intereses sobre la cartera de préstamos y comisiones por el uso de tarjetas de crédito y débito (a pesar que estas últimas muestran disminución con lo que se venía registrando a febrero), aunado a las recibidas por la realización de giros y transferencias.