Desafíos para el café
Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE), anunció que los bajos precios internacionales, condiciones climáticas adversas y escasa mano de obra, se constituyen como riesgos que podrían afectar la floración del café para la próxima cosecha que inicia el 1 de octubre del 2023.
El Banco Central de Honduras (BCH) destacó que el cultivo de café en la rama agrícola por su crecimiento y participación en esta actividad, ha registrado mayor producción en el saliente año cafetero (2022/2023). Los buenos resultados en el rubro cafetero impulsaron la actividad de Agricultura, Ganadería, Silvicultura y Pesca con un aumento de 1.9 por ciento, aportando a este comportamiento, el desempeño positivo de las actividades agrícolas como el cultivo de café, además del banano, palma africana, tubérculos, hortalizas y legumbres, y de pesca (cultivo de camarones).
El buen desempeño se reflejó a nivel internacional, en la que Honduras lidera las exportaciones de café de la región México y América Central, según el Informe del Mercado del Café -a junio 2023- de la Organización Internacional del Café. No obstante, el panorama no es tan alentador para el nuevo año que se acerca considerando los factores adversos.
El quintal de grano aromático se cotiza a 150 dólares en el mercado internacional a más de un mes para que termine el actual ciclo cafetero que tiene como meta recaudar 1,500 millones de dólares por concepto de la exportación de 7.2 millones de sacos al mercado internacional.
Por su parte, el Instituto Hondureño del Café (Ihcafé) emitió una “Alerta por Sequía y Posibles Efectos en el Cultivo de Café”, donde advierte de posibles impactos adversos que el fenómeno del niño, y el déficit hídrico que este conlleva, puede tener en la próxima cosecha.
Mientras, el caficultor de la zona norte de Honduras, Miguel Escobar, señaló que desde ya se encuentran preocupados en diferentes regiones cafetaleras porque no encuentran mano de obra en labores previas como chapeo de fincas, problemática que se agudiza en el proceso de corte.
“Los jóvenes emigraron a las principales ciudades de Honduras y hacia los Estados Unidos, antes en las vegas habían trabajadores y hoy no existe ninguno” refirió.
Según Escobar, la mayor parte de los productores de café han abandonado sus áreas y otros piensan migrar a otro cultivo como el plátano y la piña. “Este es un cultivo que no se puede mecanizar por fuerza necesitamos de mano de obra” concluyó.