La Enviada Especial del Secretario General de la ONU para la Cumbre de Sistemas Alimentarios 2021, Agnes Kalibata, compartió una conferencia junto al Director General del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) ante más de 15 periodistas de América Latina y el Caribe, Estados Unidos y España, en la que remarcó la trascendencia del evento global que busca sentar las bases para una transformación positiva en la forma de producción y consumo de alimentos.

Kalibata dejó claro que la Cumbre que se celebrará a fines de setiembre busca asegurar la provisión de alimentos inocuos y nutritivos para toda la humanidad, un cambio hacia patrones sostenibles de consumo, mejorar la producción en armonía con la naturaleza, hacer avanzar sistemas de vida equitativos y de distribución del valor, y construir resiliencia ante las vulnerabilidades climáticas.

Por eso instó a los periodistas a amplificar estos mensajes para que así todas las personas en el mundo tengan claro qué es lo que está en juego.

“Todo esto se une en el mismo plato donde tratamos de asegurarnos que los alimentos sean saludables para las personas, para el planeta, para el bienestar de la humanidad. Los invito a que instemos a las personas que vean qué es lo que está en juego; los sistemas alimentarios contribuyen con nuestros alimentos y la salud definitivamente, pero también son un desafío desde la perspectiva de la economía y el cambio climático”, dijo Kalibata.

“No podemos pretender que estas cosas no están pasando, voltear la vista a otro lado y asumir que estos desafíos no existen, no podemos decir que no hay personas que viven con hambre cuando tenemos esta cantidad de comida que se produce y Covid-19 ha aumentado muchísimo los problemas, ahora es más complicado que antes”, agregó la Enviada Especial del Secretario General de la ONU.

Kalibata explicó que la Cumbre de Sistemas Alimentarios 2021 no está tratando de “negociar nada más allá que los objetivos del milenio”, y se está apelando a la ciencia para analizar lo que se viene en cuanto a posibles soluciones, desarrollando previo al crucial evento diálogos en más 100 países a nivel local, dado que los sistemas alimentarios no pueden globalizarse, tienen sus propias diferencias y contextos, y es en ese ámbito nacional dónde deben surgir muchas de las soluciones para la transformación que se requiere.

“Soy una creyente fiel de la ciencia, también en lo que puede hacer la política para cambiar la sociedad, es una relación muy estrecha. Las políticas cuando son diseñadas basadas en la ciencia, son ágiles, se pueden escalar para ayudar a millones de personas, así como los avances tecnológicos que pueden solucionar problemas”, acotó.

En una conferencia en la que participó también el laureado científico, profesor de la Universidad Estatal de Ohio y Premio Mundial de la Alimentación 2020, Rattan Lal, la Enviada Especial enfatizó que las barreras al comercio no basadas en ciencia o temas ambientales afectarán la seguridad alimentaria, de ahí que el rol de la Cumbre es también dar a “entender qué estamos haciendo, la salud de la personas, el acceso a los alimentos y el bienestar del planeta, generar una comprensión con diferentes aristas de que lo que hacemos en una parte del mundo afecta a otra, lo mismo con el cambio climático”.

En la conversación, el Director General del IICA destacó la oportunidad que para las Américas representa la Cumbre de Sistemas Alimentarios 2021, en la que debe escucharse su voz por el rol clave que cumple como garante de la seguridad alimentaria global, siendo la principal región exportadora de alimentos al mundo con una participación del 13,8% del comercio internacional mundial.

El IICA es miembro de la Red de Campeones de Cumbres, una de las cuatro principales estructuras de apoyo al encuentro global.

Otero coincidió con Kalibata en la importancia de la ciencia para la formulación de políticas públicas y toma de decisiones, además de destacar la importancia de poner a los agricultores en el centro de las discusiones, dado que la agricultura familiar representa la amplia mayoría del total de las unidades productivas agrícolas (aproximadamente un 75%) del Hemisferio Occidental.

“Se necesitan buenas políticas públicas para generar inversiones privadas y empoderar a los productores agropecuarios, esa es la clave. Necesitamos que tengan buena rentabilidad, es la única manera que las familias estén ahí en las zonas rurales, que no maltraten los suelos, que puedan adoptar buenas prácticas, generar alimentos sanos y de calidad a los consumidores. Por eso desde el IICA defendemos que los productores agropecuarios van primero, son fundamentales; y coincidimos que es vital la ciencia para que en ella se anclen las políticas públicas, y en la visión de la agricultura familiar como parte de la solución y no del problema”, agregó.