Nanocomputadoras frente a la variabilidad climática
- En Honduras, se implementará un proyecto de nanocomputadoras para monitorear un clima cada vez más cambiante. El modelo ya se aplica en otros países.
San Pedro Sula – Con nanocomputadoras del tamaño de un billete, agricultores hondureños recibirán a su celular data sobre variabilidad climática y qué hacer ante cambios extremos de temperatura o de humedad, cómo manejar su cultivo, prevenir enfermedades y tomar medidas de adaptación al cambio climático.
Esta es una de las tecnologías que el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) planean incorporar en el país en los próximos meses, y que servirá para captar información en tiempo.
“En el pasado, tendríamos que ir a las estaciones de meteorológica, a que un experto nos pase la información, sacar un promedio, pero la estación meteorológica no da la información de lo que pasa exactamente en la parcela del productor, sino mucho más lejos”, dijo Santiago Vélez León, representante del IICA en Honduras y Bolivia en entrevista con Bloomberg Línea.
Ahora, como parte del proyecto Innova AF que se implementa en Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guatemala, Honduras, México y República Dominicana, con los nanosensores que rondan entre los US$300 y US$500, los productores podrán monitorear las condiciones de clima cada vez más cambiante.
“Todas estas tecnologías requieren de un proceso de fortalecer las capacidades, de romper las brechas digitales, de mejorar la accesibilidad a internet, de aprender y a desaprender lo que hacíamos antes”, dijo Vélez León. En ese sentido, el IICA cuenta con un programa hemisférico de digitalización para la agricultura que abarca a 34 países, una región que con respecto a las ciudades, hay 77 millones de pobladores rurales que no cuentan con estándares mínimos de conectividad.
Manejar la incertidumbre
La agricultura en Centroamérica y República Dominicana aporta cerca del 8,5% del producto interno bruto (PIB) de la región y genera en promedio el 19,8% del empleo, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Con el resto del mundo, los sistemas agroalimentarios a nivel regional enfrentan una triple amenaza que siguen representando los efectos duraderos de la pandemia de la covid-19, la guerra en Ucrania y el cambio climático.
“Tenemos que vivir en estos procesos de cambio y manejar la incertidumbre y para ello, es importante utilizar tecnologías de información y comunicación, y data, sobre todo big data que nos lleve a analizar multivariablemente, qué va a pasar y tener escenarios prospectivos, pero eso, de hecho, es pura tecnología y digitalización. Si no tenemos esa información va a ser muy difícil prever y plantear escenarios que nos ayuden a mitigar el riesgo, dijo Vélez León,
También con la SAG, el IICA lanzará una plataforma de e-learning de aprendizaje virtual dirigida especialmente a los técnicos que tienen relación con los productores, para reforzar conocimientos de buenas prácticas agrícolas, la producción sostenible en cultivos de café y granos básicos que son clave en el sector agroalimentario nacional.
Para el representante del IICA, “Honduras es agro y respira agro. Tiene un potencial altísimo para convertirse en un país agrícola con valor agregado y no solamente vendiendo commodities o productos sin valor agregado”.