Capacitar a los habitantes de zonas rurales, empoderarlos para que desarrollen sus propias soluciones, lograr la captura y difusión de datos para una mejor toma de decisiones y contar con marcos regulatorios modernos e incluyentes constituyen el núcleo de las acciones que tendrían mayor impacto para acelerar el desarrollo de la ruralidad.

Así lo explicaron expertos internacionales en la tercera sesión del foro hemisférico “Reducción de Brecha Digital en las zonas rurales de América Latina y El Caribe: Hacia una revolución agrícola digital”, organizado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y titulado “Experiencias de la Agricultura Digital”.

Los panelistas coincidieron en que en la actualidad se presenta una fuerte y acelerada digitalización de todos los sectores, pero las personas de los ámbitos rurales han quedado rezagadas de estos avances y sus beneficios; en algunos casos por falta de conocimientos, en otros porque no cuentan con la infraestructura necesaria y también porque simplemente no logran costear la incorporación de estas nuevas tecnologías a sus actividades.

“La tecnología permite tener acceso a servicios de extensión rural y asistencia técnica, a medida que hagamos el acceso más fácil los productores tendrán mayor productividad”, expresó Germán Otálora, Director para Latinoamérica de la iniciativa Airband de Microsoft.

“La tecnología permite tener acceso a servicios de extensión rural y asistencia técnica, a medida que hagamos el acceso más fácil los productores tendrán mayor productividad”, expresó Germán Otálora, Director para Latinoamérica de la iniciativa Airband de Microsoft.

“Los productores muchas veces piensan que la mejor solución es la que ha funcionado en otra parte pero la mejor solución es la que les permite a ellos ser parte del planteamiento de la solución”, agregó.

El Subdirector General del IICA, Lloyd Day, consideró en tanto que “integrar a los agricultores a la revolución digital no es solo una obligación moral, los debemos integrar porque nos conviene a todos. Si podemos poner un hombre en la luna y un vehículo en marte, sí que podemos hacer algo mucho mejor aquí en la Tierra”.

De acuerdo con los expertos, no basta únicamente con desarrollar nuevas tecnologías, aplicaciones más complejas o máquinas que faciliten el trabajo en la agricultura. El cierre de la brecha digital pasa en primera instancia por hacer un cambio de mentalidad, en cómo se puede incorporar la tecnología -más allá del trabajo- en la vida de los productores, en cómo se pone la tecnología a disposición de los usuarios, qué pueden hacer con ella y en reconocer su capacidad transformadora.

“Si damos una enciclopedia a alguien que no sabe leer no podrá hacer mucho con ella, por eso debemos generar capacidades tecnológicas en las zonas rurales para que puedan aprovechar sus bondades. Los 77 millones de americanos que viven en lo rural representan 77 millones de oportunidades para solventar los retos que enfrentamos”, aseveró el fundador y director ejecutivo del Club AgTech, Federico Meyer.

De acuerdo a la investigación “Conectividad Rural en América Latina y el Caribe – Un puente al desarrollo sostenible en tiempos de pandemia”, recientemente divulgada por el IICA, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Microsoft, al menos 77 millones de personas que viven en territorios rurales de América Latina y el Caribe carecen de conectividad con estándares mínimos de calidad.

Los panelistas concordaron en que el principal desafío es comprender que este nuevo mundo nos exige una nueva cultura, hacer las cosas de diferente manera, administrando las actividades con el objetivo de generar datos y transformarlos mediante herramientas digitales para así sacarles el mayor provecho.

De acuerdo con Enrique Hennings, el especialista técnico principal en empresas y mercados rurales del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), la estrategia para el cierre de brecha digital se integra por la adopción de soluciones, el fortalecimiento de alianzas estratégicas, la mejora en la gestión y el intercambio de conocimientos, y por el desarrollo de conciencia, capacidad y liderazgo en las tecnologías de la información y comunicación a lo interno de las organizaciones.

“Una revolución digital de la agricultura conlleva al uso de aplicaciones de comercio electrónico, al mapeo de soluciones, a la preparación digital y asistida de planes de negocios, a la digitalización de bancos comunales y a un mapa digital de oferta tecnológica y servicios”, mencionó Hennings.

El agro como negocio sostenible

Durante el panel los expertos expusieron que el sector agropecuario enfrenta enormes desafíos, a unos los desafía a producir más y mejor, pero a otros los enfrenta a la supervivencia.

Para Keith Agoada, co-fundador y director ejecutivo de Producers Market, parte del problema radica en que “los agricultores no tienen acceso a educación en negocios y no ven la agricultura como un negocio sino como un medio de vida. A medida que la tecnología tenga mayor impacto real y conecte a los productores de alimentos con el deseo de los consumidores, creemos que habrá un momento sin precedentes hacia un nuevo nivel de prosperidad en el campo”.

En el foro también se resaltaron experiencias exitosas al incorporar tecnologías digitales en el campo.

Federico Bert, experto y consultor del IICA, presentó una plataforma donde productores y técnicos comparten información sobre plagas, técnicas de producción y fertilización; Álvaro Camacho, Coordinador Regional del App Cacao Móvil, presentó esta aplicación en la que los productores pueden encontrar información específica de este cultivo, y Marcelo Portaluppi, Coordinador Regional del Programa Lechero Cooperativo en la Federación de Cooperativas de la Producción de Paraguay, expuso cómo a través de la tecnología brindan asistencia técnica con enfoque en la cadena de valor.

El IICA presentó los esfuerzos que realiza por llevar la tecnología al campo, con especial énfasis en mujeres y jóvenes.

En su laboratorio de fabricación digital FabLab cuenta con ejemplos desarrollados específicamente para la agricultura como una estación meteorológica de bajo costo, cultivos hidropónicos bajo luz artificial, desarrollo de aplicaciones móviles, herramientas para el uso de sistemas de posicionamiento global, e impresión 3D, entre otros.

Puede acceder a más información del Ciclo de Foros Hemisféricos y seguir este 25 de febrero la transmisión de la sesión de cierre titulada “Elementos para una hoja de ruta conjunta” en los siguientes enlaces: