Aclaración Avispa Gigante Asiática
A fin de evitar malos entendidos, y alarma innecesaria e injustificada, referente a la “avispa gigante asiática” (Vespa mandarinia), el Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA), cree conveniente y oportuno hacer las siguientes puntualizaciones.
Las primeras detecciones en América del Norte han sido delimitadas a la isla de Vancouver, Columbia Británica, en Canadá, así como en el estado de Washington, específicamente en zonas fronterizas con aquel país, en donde, hasta este momento, no ha ocasionado ningun problema a la apicultura nacional. El Departamento de Agricultura del Estado de Washington (WSDA) cuenta con un programa de control y erradicación, que incluye captura de especímenes de avispas y educación para el público. Adicionalmente, se conducen investigaciones para conocer más aspectos sobre esta especie de avispa. Los ataques a seres humanos son muy esporádicos y solo se realiza como mecanismo de autodefensa y no de manera rutinaria. La mandarinia es considerada una especie invasora, agresiva y depredadora que amenaza a las abejas melíferas (Apis mellifera) y otros insectos que desempeñan un papel importante en la polinización, que producen significativos beneficios para la agricultura y el ambiente, sin embargo, OIRSA señaló que a la fecha no se han encontrado evidencias que documenten la presencia del “avispón gigante asiático” en los países del área.
- La avispa gigante asiática no representa una amenaza inminente; es posible que nunca llegue a nuestro país, pero, ante la eventualidad de que pudiese ocurrir, es necesario incrementar la vigilancia en los diferentes puntos de ingreso al país, ya que podría ser introducida mediante contenedores u otros elementos de transporte. La vigilancia en frontera es una actividad rutinaria, actualmente realizada para todas las plagas definidas como cuarentenarias por las autoridades agrosanitarias del país. El listado de plagas cuarentenarias es relativamente numeroso.
En Asia, en donde desde hace muchos años se ha tenido que convivir con la avispa gigante, se ha logrado minimizar el daño a la apicultura mediante un manejo apropiado y oportuno.
Se insta a propiciar acciones de divulgación y educación dirigidas a los productores apícolas y al público en general, así como a fortalecer los sistemas de vigilancia epidemiológica en puertos, aeropuertos y fronteras; establecer sistemas de alerta temprana, a fin de prevenir el ingreso de V. mandarinia y proteger el patrimonio apícola y agropecuario del país. Resulta muy conveniente promover en los productores la notificación temprana de cualquier sospecha de un problema en abejas. Se recomienda prácticas culturales de prevención a nivel de apiarios.
La avispa gigante asiática no representa un problema inminente, ni tampoco inmanejable.