BTP: contribuye a la seguridad alimentaria
La Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), a través de la Dirección de Ciencia y Tecnología Agropecuaria (DICTA), ha logrado una cobertura histórica en la producción de granos básicos en 17 de los 18 departamentos del país mediante el apoyo a los productores a pequeña escala a través de la implementación del Programa Presidencial Bono Tecnológico Productivo (BTP).
El BTP nace en 2006, impulsado por el gobierno del “Poder Ciudadano” con el objetivo de fortalecer a los agricultores de subsistencia y contribuir a garantizar a la seguridad alimentaria en el país. Con el paso del tiempo, el BTP ha progresado hasta transformarse en un programa que suministra insumos agrícolas y brinda asistencia técnica, para miles de productores de pequeña escala, suministrando materiales y ayuda técnica para mejorar su producción.
Los paquetes del BTP incluyen 20 libras de semilla mejorada de maíz, un quintal de urea, un quintal de fertilizante 12-24-12 y un paquete fitosanitario para control de plagas y enfermedades. En el caso del frijol, se entregan 40 libras de semilla mejorada, un quintal de fertilizante 12-24-12 y un paquete fitosanitario. Para el arroz, se distribuyen 50 libras de semilla superior junto con un quintal de fertilizante 12-24-12; y para el sorgo, el bono incluye 20 libras de semilla mejorada, un quintal de fertilizante de fórmula 12-24-12 y un paquete fitosanitario.
Más que un bono, el BTP se ha convertido en una oportunidad para aumentar la producción nacional de granos básicos, entregando a los pequeños agricultores insumos fundamentales —semillas mejoradas, fertilizantes y pesticidas, acompañándolos con asistencia técnica. Este respaldo permite a las familias campesinas asegurar su sustento y generar excedentes para la venta, cubriendo así otras necesidades.
El programa está dirigido en su mayoría a pequeños productores hombres y mujeres de subsistencia. Los beneficiarios incluyen cooperativas, cajas rurales, asociaciones campesinas, comunidades étnicas y productores independientes. En 2023, el BTP benefició a 478,986 productores en 287 municipios distribuidos en 17 departamentos.
El BTP fomenta varios ejes transversales enfocados en la equidad, la inclusión y la sostenibilidad. Uno de los ejes clave es la igualdad de género, impulsando la participación de mujeres rurales y empoderándolas en su papel en la seguridad alimentaria familiar. Otro eje se centra en el apoyo a comunidades indígenas y afrodescendientes, históricamente vulnerables, facilitándoles el acceso a insumos y asistencia técnica.
Además, el BTP fomenta la participación de jóvenes rurales, capacitándolos y apoyándolos para que consideren el campo como una opción viable para su desarrollo económico. Estos principios de inclusión y sostenibilidad permiten al BTP contribuir de forma integral al bienestar de las comunidades rurales en Honduras.
Una inversión que rinde frutos
Con una inversión de 1,000 millones de lempiras en 2023, se alcanzó un hito en la producción de alimentos básicos. Esta cobertura permitió cosechar más de 7.9 millones de quintales de granos básicos, lo que representa el 38% de la producción nacional, lográndose una producción histórica de frijol, alcanzando los 3.4 millones de quintales, de los cuales 2.3 millones, es decir, el 67%, fueron producidos mediante el BTP.
Además, el BTP promueve la sostenibilidad agrícola mediante la introducción de técnicas modernas, junto con el uso de semillas biofortificadas resistentes a condiciones climáticas adversas. Esto permite a los productores enfrentar desafíos como la sequía y las plagas. Los beneficiarios han reportado un aumento de hasta un 40% en su productividad en comparación con métodos tradicionales. Este aumento en la producción no solo refuerza la seguridad alimentaria del país, sino que también contribuye a reducir la pobreza y mejorar la calidad de vida en las comunidades rurales.
Mejoré mi producción: el testimonio de doña Mayra Leticia
Para doña Mayra Leticia González, agricultora de Majada Verde, Francisco Morazán, el bono ha sido una bendición, y la asistencia técnica brindada fue determinante para lograr una buena producción.
“Yo hice todo lo que me dijeron con los insumos que me dieron, y todo me salió bien gracias al BTP”, relató. Su testimonio es solo uno de los muchos que muestran cómo este programa va más allá de la simple entrega de insumos; es una herramienta de transformación social y económica que está sentando las bases para un futuro más equitativo y sostenible para las familias agricultoras de Honduras.