Real Madrid Campeón
Explicar el Real Madrid es contar que el hombre que abrió la final, con un gol de cabeza, era el de menor en estatura de los 22 que estaban sobre el terreno de juego. Entender a este club es aceptar que Dani Carvajal, con su 1.73 de altura, fue el que se elevó por encima de los gigantes alemanes para derribar la resistencia del Borussia Dortmund y dar a los Blancos una Decimoquinta Copa de Europa coronada por la sentencia de Vinícius Júnior (0-2).
Fue una final pastosa, extraña, en la que el Borussia dispuso de 45 minutos de tener al Madrid maniatado, para que al final fueran los de Carlo Ancelotti los que, como llevan haciendo toda la vida, se salieran con la suya. Como en esa película de Indiana Jones en la que Harrison Ford es amenazado decenas de veces por una espada, pero a él, con un solo disparo, le basta para ganar la pelea.
Esta vez, el disparo fue un vuelo aéreo de Carvajal. Un vuelo hacia la unión con Paco Gento, en el club de las seis Copas de Europa. Un vuelo que desactivó la terrible primera parte de los blancos. La tribuna.