Inversión estatal para la palma aceitera
Unas 18,600 familias hondureñas se benefician de la palma aceitera, rubro que genera unos 500 millones de dólares en divisas al año. La palma aceitera es una fuente de sustento para aproximadamente 18,600 familias en Honduras. Con una cobertura de alrededor de 200 mil hectáreas, este cultivo genera aproximadamente 500 millones de dólares en divisas anuales, lo que subraya su importancia económica para el país.
Este impacto no solo se refleja en los ingresos de las familias que dependen directamente de la palma aceitera, sino también en la contribución al desarrollo rural y la creación de empleo en las zonas donde se cultiva. En ese sentido, la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), a través del Programa Nacional de Desarrollo Agroalimentario (Pronagro), organizó una reunión en la zona industrial para fortalecer la cadena de producción de palma aceitera en Honduras.
El cónclave reunió a productores, representantes de la agroindustria e instituciones gubernamentales, como parte de una serie de iniciativas destinadas a robustecer cada una de las cadenas agroalimentarias del país. Durante el encuentro, se discutieron los productos financieros disponibles a través del Banco Nacional de Desarrollo Agrícola (Banadesa), con unos 2,400 millones de lempiras de los cuáles ya se han colocado unos 600 millones hasta la fecha. Sin embargo, por el Banco Hondureño para la Producción y la Vivienda (Banhprovi), con su sección de crédito agropecuario, se destacó que para apoyar el sector agropecuario se contará con los recursos del Fondo de Inversión del Banco Central de Honduras (BCH), destinando aproximadamente mil millones de lempiras para el sector productivo.
Laura Elena Suazo, titular de la SAG, manifestó que “en el marco de la nueva Política de Estado del Sector Agroalimentario (PESAH 2023-2043), estamos comprometidos a proporcionar acceso a la banca de fondos públicos con tasas de interés competitivas para el sector agrícola y garantizar que los productores puedan contar con financiamiento adecuado, que les permita crecer y sostenerse a largo plazo.” Un aspecto abordado en el encuentro fue la creación de un Plan de Acción para el control y manejo de la Pudrición del Cogollo (PC), una enfermedad que afecta las plantaciones de palma aceitera. Este plan se desarrolló en colaboración con el Servicio de Sanidad e Inocuidad Agroalimentaria (Senasa), y el Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA).