Apoyo al corredor seco
rgentina y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) profundizarán el trabajo conjunto de asistencia técnica que vienen llevando adelante en áreas vinculadas al desarrollo agrícola y la ayuda humanitaria a países de Centroamérica y el Caribe.
Así se estableció a través de un acuerdo que firmaron en Buenos Aires Sabina Frederic, presidenta de la Agencia Argentina de Cooperación Internacional y Asistencia Humanitaria Cascos Blancos, y Manuel Otero, Director General del IICA.
El gobierno de Argentina y el IICA tienen una larga experiencia conjunta en proyectos de Cooperación Sur-Sur a favor de países de Centroamérica y el Caribe que experimentan problemas de seguridad alimentaria y son particularmente vulnerables a desastres naturales, que en los últimos años han aumentado en frecuencia y en gravedad, debido al cambio climático.
El acuerdo entre Cascos Blancos y el IICA fue firmado en el Palacio San Martín, sede de la Cancillería argentina, y establece la puesta en marcha del Programa Agro.Cooper.Ar.
En el marco de la iniciativa, técnicos de Cascos Blancos y del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Argentina trabajarán junto a profesionales del IICA en el fortalecimiento de la seguridad y soberanía alimentaria, el bienestar rural, la transformación de los sistemas agroalimentarios y el desarrollo sostenible de países de Centroamérica y el Caribe.
La tarea conjunta incluirá acciones tendientes a la conservación y el manejo sustentable de los recursos naturales en comunidades vulnerables y la reducción del riesgo de desastres, a través del fortalecimiento de las capacidades locales y el desarrollo resiliente de las comunidades.
Guatemala, El Salvador y Honduras estarán entre los primeros beneficiarios de la asistencia técnica y la ayuda humanitaria, con particular foco en el fortalecimiento del sector lácteo. Estos tres países forman parte del llamado Corredor Seco Centroamericano, donde la crisis ambiental ha afectado severamente la producción de alimentos, con severas consecuencias sociales, que han empujado la migración de las zonas rurales.
Además se relanzará el Programa Pro Huerta del INTA en Haití, que ya se desarrolló exitosamente entre 2006 y 2015, también con la participación de técnicos del IICA. Esta nación caribeña vive una delicada situación de seguridad alimentaria y con el Programa Pro Huerta se apunta a incrementar las capacidades de pequeños agricultores para promover la producción agroecológica y el acceso a productos saludables.
Otro de los proyectos conjuntos de Argentina y el IICA que tendrá continuidad será API-Caribe, que ha servido para fortalecer la industria apícola y aumentar la productividad de las colmenas en distintas naciones caribeñas, a través del apoyo de especialistas argentinos en apicultura y pruebas y comercialización de productos.
Capacidad y articulación de esfuerzos
Sabina Frederic destacó que el acuerdo contempla tanto la cooperación como la asistencia humanitaria. “Tenemos la capacidad para hacer y nos interesa mucho trabajar en conjunto con el IICA, porque reconocemos su experiencia y su presencia en todo el continente. Debemos articular esfuerzos y adaptarnos a realidades cambiantes”, señaló Frederic.
Cascos Blancos trabaja en la conducción política y definición de cursos de acción para la cooperación técnica internacional argentina y recientemente ha comenzado el Fondo Argentino de Cooperación Sur-Sur y Triangular (FO-AR), que está cumpliendo en estos días 30 años de trabajo, en los que ha contribuido al desarrollo sostenible.
Otero, quien fue acompañado por el Representante del IICA en Argentina, Fernando Camargo, y el Asesor Especial en Relaciones Institucionales para el Mercosur, Ignacio Hernaiz, subrayó que Argentina tiene “un stock de conocimientos en materia de desarrollos y tecnologías agropecuarias que muchos países de la región están necesitando”.
“Ya hemos llevado asistencia a Centroamérica y el Caribe a través de los programas Pro Huerta y API-Caribe. Es muy importante que lo sigamos haciendo para ayudar a países de menor desarrollo relativo en la producción agropecuaria”, afirmó Otero, quien celebró el 30º aniversario de FO-AR, referencia y modelo regional en materia de cooperación internacional.
En 2009, Argentina y el IICA firmaron un primer Memorándum de Entendimiento, que sentó las bases para la realización conjunta de acciones de cooperación técnica horizontal con países de las Américas para el mejoramiento de la agricultura y la vida rural.
Luego, en 2021, se firmó un Memorándum de Entendimiento entre el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la Argentina y IICA, que estableció un Programa de Cooperación Triangular y Sur-Sur, en el que las naciones prioritarias fueron las centroamericanas y caribeñas.
También en 2021, Cascos Blancos y el IICA unieron esfuerzos para auxiliar a San Vicente y las Granadinas, país caribeño que enfrentó una emergencia por el impacto de las erupciones del volcán La Soufrière, cuyas cenizas afectaron la producción alimentaria al golpear especialmente sus zonas agrícolas.