Swisscontact apoya a jóvenes
- Más de 20 mil jóvenes, a través de ProJoven, han recibido formación profesional en alianza con INFOP, CONEANFO y numerosas organizaciones, proyectos y gobiernos locales.
Nos acercamos al Programa ProJoven que es financiado por la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación, COSUDE e implementado por Swisscontact en Honduras, para conocer más sobre los alcances de este y del impacto que ha tenido en los jóvenes que han recibido formación profesional y su aporte al desarrollo económico.
Antes, es necesario conocer su origen que se remonta al año 2014 hasta la fecha y se desarrolla en fases de cuatro años cada una. Hasta la actualidad ha contribuido a la capacitación de al menos 20,000 jóvenes, por medio de la colaboración con más de 50 centros y talleres de formación en el país y aproximadamente 700 instructores especialistas en diferentes campos de actividad laboral.
ProJoven es parte de la cooperación al desarrollo que realiza en el país el Gobierno de Suiza y consiste en aspectos de formación profesional y técnica para la inserción laboral de jóvenes vulnerables, bajo el contexto del desarrollo socioeconómico de Honduras.
Riesgo Social
Para profundizar sobre los riesgos que enfrentan los jóvenes que acoge el Programa, pudimos conversar con el Licenciado Manuel Antonio Martínez, jefe del Programa, quien nos dio detalles de la forma en que funciona el ProJoven.
“El primer riesgo al cual se enfrentan los jóvenes es el alimenticio, seguido del riesgo social, la violencia y el riesgo climático, principalmente en las zonas del Golfo de Fonseca, Litoral Atlántico y La Mosquitia donde resultan afectados por los fenómenos naturales”, indicó.
Afirmó que los que llegan al Programa, “Son jóvenes que no tienen en el momento de atenderlos, la oportunidad de continuar estudiando en un colegio formal o en una universidad, o tienen un marcado interés de insertarse en el mercado laboral y no logran empleo, entonces, con una formación técnica se les abre esa posibilidad”.
Formación técnica
El Programa ProJoven en cuanto a la formación técnica, explica Martínez, parte de la necesidad que tiene la sociedad y del desarrollo económico del país, “partimos de los sectores económicos principales, en la primera etapa hablábamos del énfasis en el sector construcción, turismo y al de servicios, pero ahora hablamos de los sectores agroindustriales, en los rubros del cacao, marañón y palma africana”.
“Es decir, la formación técnica con relación a la demanda de trabajadores que exige el mercado de trabajadores, empleados formados, especialistas en ciertas ramas técnicas, en ciertos servicios, en diversas ramas que contribuyan al desarrollo económico del país”, especificó.
De acuerdo con Martínez, el Programa ProJoven no se dedica a ofertar cursos, se parte de la demanda que tienen los sectores productivos, de la labor que realizan las instituciones nacionales y locales, por tal razón, no es un programa que vino a construir instituciones, porque ya existe una institucionalidad pública y privada que trabajan en la formación profesional y técnica en Honduras; pero que requiere fortalecimiento.
Mencionó que existen instituciones como el Instituto Nacional de Formación Profesional (INFOP) y CONEANFO, principales aliados del Programa y con los cuales trabaja, pero “el programa no trata sólo de la formación del joven, sino también con la formación de los instructores, la reforma curricular, mejoramiento de procesos de certificación técnico-profesional, las capacidades institucionales y la habilitación y mejoramiento de centros de formación técnica en diferentes zonas del país”.
De acuerdo con el jefe del Programa, se ha realizado un trabajo compartido de lo que ya realizaban las instituciones, pero con la experiencia adquirida a través de los años, se han impulsado nuevos procesos, atendido nuevas demandas en aspectos técnicos y profesionales en los cuales se ha apoyado a nivel urbano y rural.
Proceso
En cuanto al proceso educativo al cual son sometidos los jóvenes que ingresan al Programa, Martínez explica los procedimientos, alcances y los logros obtenidos a lo largo de los 9 años que llevan en funcionamiento.
“Son cursos cortos, que van unos de 3 meses, otros de 6 meses y unos de hasta un año, actualmente ya superamos los 20 mil jóvenes que han sido capacitados, la mayoría son mujeres, provenientes de regiones como la zona Sur, el centro del país que va desde El Paraíso a Comayagua y Francisco Morazán, el Litoral Atlántico que comprende La Mosquitia a Colón”.
Destacó que el Programa abarca diferentes regiones, las cuales han sido priorizadas, pero igual se realizan otros tipos de actividades a nivel nacional, al compartir las capacidades y experiencias de este.
Impacto
Sobre el impacto que ha tenido el Programa en los jóvenes que han sido capacitados y deben enfrentar la realidad del país, Martínez, en gesto de satisfacción, sonríe y explica detenidamente los logros a la fecha.
“Lo más relevante, tanto para nosotros como para la cooperación Suiza, es la inserción de los jóvenes en la sociedad, de cómo ellos logran un nivel de empleo, impulsar un emprendimiento personal o económico, un pequeño negocio o una prestación de servicio individual, el cual les permita generar ingresos para ellos y su familia. Además de avanzar en su desarrollo personal y social”.
Para el jefe del Programa, el mayor éxito de ProJoven se concentra en la inserción laboral, bajo dos esquemas: empleo y autoempleo (emprendimiento) que obtienen los jóvenes, luego del proceso de capacitación al cual son sometidos en determinado tiempo y lugar.
“Más del 70 por ciento de los jóvenes están convencidos de que el Programa logró insertarlos en el plano laboral y que esta oportunidad de capacitación los motivó a continuar estudiando y que después de haber suspendido sus estudios secundarios o universitarios y después de un curso impartido por ProJoven, se animaron a seguir estudiando o especializándose en lo que aprendió”, relató Martínez.
Basados en un enfoque psicopedagógico más amplio, destacó que “no sólo se trata de un enfoque técnico, donde los estudiantes reciben capacitación psicosocial, de análisis y de comprensión de habilidades blandas, de conocimiento en formación humana. Es la integralidad de que son jóvenes que pueden incorporarse a la sociedad y no ser vistos sólo como una mano de obra”.
Ejemplos
Según Martínez, los jóvenes capacitados con el programa también se han convertido en un efecto multiplicador y ejemplo para sus comunidades.
“Con sus pequeños emprendimientos han generado empleo y otros jóvenes han hecho carrera en sus instituciones, luego de su formación en el Programa, pasaron del trabajo que tenían antes a otro con mayor estabilidad, tanto en el sector turismo, construcción, entre otros”.
El jefe del Programa ProJoven, expresa que existen muchas historias de éxito de jóvenes que han logrado superarse con emprendimiento en el área de servicios como la reparación de motocicletas, talleres de reparación de celulares, tiendas de consumo, mecánica automotriz, entre otros. Pero igual se lograron grandes avances en turismo, la industria de la construcción, servicios diversos y cadenas agrícolas.
“Hay interesantes historias de jóvenes que les cambió la vida el Programa, quienes superaron las posibilidades que seguramente no podrían tener en sus comunidades, en una aldea, en una comunidad remota o en un barrio marginal donde las limitaciones económicas y sociales son grandes”, dijo Martínez.
El Programa ProJoven ha logrado que muchos jóvenes del país hayan podido alcanzar sus metas, darles un propósito en sus vidas, sentirse útiles a la sociedad y, sobre todo, haber mejorado su nivel de vida y lograr la armonía en sus comunidades y ser útiles en las actividades que realizan, eso convierte al programa en exitoso y deja muchos beneficios para el país, concluye nuestro entrevistado. SEM