Mujeres claves para la agricultura
San José, 7 de julio de 2022 (IICA) – Sólo una plena participación de las mujeres en la investigación científica y la innovación tecnológica vinculada a la producción de alimentos permitirán construir una agricultura más inclusiva y sostenible en las Américas.
Así lo advirtieron las participantes en el II Foro de Ministras, Viceministras y Altas Funcionarias de las áreas de agricultura, ciencia y tecnología de países de las Américas, en el que autoridades políticas y prestigiosas científicas del hemisferio protagonizaron un debate de alto nivel sobre “La nueva frontera del conocimiento y la importancia del rol de las mujeres en la ciencia”.
El encuentro, organizado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), en colaboración con el gobierno de Honduras, reunió a mujeres con importantes lugares de toma de decisión en el sector agrícola del continente. Y marcó la continuidad del Foro que fue constituido en julio de 2021, en ocasión de la Pre-Cumbre de la ONU sobre Sistemas Alimentarios, en Roma, con la misión perfeccionar políticas públicas y visibilizar el lugar protagónico que las mujeres cumplen en el desarrollo rural, favoreciendo el reconocimiento pleno de sus derechos.
Las autoridades participantes llevaron adelante un rico intercambio de experiencias e hicieron un repaso de la amplia gama de políticas públicas que se están implementando en los países de las Américas y están rompiendo con los estereotipos de género que tradicionalmente han obstaculizado el acceso de las mujeres a los puestos más altos tanto en el ámbito público como en el privado.
Coincidieron, en ese sentido, en que una agenda sensible a las cuestiones de género es imprescindible para desandar el camino hacia una verdadera equidad en el sector agropecuario, donde los temas de ciencia, la tecnología y la innovación son hoy la llave para una transformación que contribuya al crecimiento económico y al desarrollo inclusivo de los países del continente.
Participaron Laura Suazo, Secretaria de Estado en los Despachos de Agricultura y Ganadería, Honduras; Laura Bonilla Coto, Ministra de Agricultura y Ganadería de Costa Rica; Jewel Bronaugh, Subsecretaria de Agricultura, Departamento de Agricultura de los Estados Unidos; Samantha Marshall, Ministra de Agricultura, Pesca y Asuntos de Barbuda de Antigua y Barbuda; Joyce Irene Boye, Directora General de la Subdivisión de Ciencia y Tecnología de Agricultura y Agroalimentación de Canadá; Carolina Gainza, Subsecretaria de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de Chile; Kyra Paul, Secretaria Permanente del Ministerio de Economía Azul y Verde, Agricultura y Seguridad Alimentaria Nacional de Dominica; Fernanda Maldonado, Directora General de Secretaría, Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, Uruguay; y Rocío Valerio, Viceministra de Agricultura y Ganadería de Costa Rica.
También realizaron exposiciones la profesora Londa Schiebinge, Directora del proyecto Innovaciones con Perspectiva de Género en Ciencia, Salud y Medicina, Ingeniería y Medio Ambiente de la Universidad de Stanford (Estados Unidos) y la científica argentina Raquel Chan, bioquímica especializada en biotecnología y Cátedra IICA en Biotecnología.
La apertura y el cierre estuvieron a cargo del Director General del IICA, Manuel Otero.
La ministra Suazo leyó un mensaje de la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, primera mujer en ocupar el más alto cargo en esa nación centroamericana, quien destacó la contribución del IICA a reducir la brecha de género en la ruralidad.
“Debemos promover una mayor participación de las mujeres en la ciencia y la tecnología vinculada a la agricultura, para encontrar soluciones rápidas y sostenibles para nuestros problemas y promover la participación de los jóvenes”, afirmó el mensaje de la presidenta.
“Queremos trabajar con el IICA para hacer los grandes cambios que necesitan los sistemas agroalimentarios en este momento tan difícil”, dijo por su parte Bonilla, quien abogó porque se envíe a mujeres y principalmente a niñas el mensaje de que “se puede llegar a puestos de toma de decisiones para incidir más en las necesidades que tenemos las mujeres, principalmente en las zonas rurales”.
Por su lado, la viceministra Valerio afirmó que “la seguridad alimentaria y el desarrollo sostenible de las áreas rurales pasa necesariamente por las manos de las mujeres. Esto ha sido siempre así, pero durante mucho tiempo no ha sido reconocido”.
La ministra Marshall contó que, con ayuda del IICA, se ha establecido la Red de Mujeres Productoras Rurales de Antigua y Barbuda, que contribuyó a incrementar los rendimientos y la sostenibilidad de la agricultura en el país caribeño. “Las mujeres son la columna vertebral de toda sociedad y mejorar las oportunidades para ellas requiere que todos nos involucremos”, sostuvo.
Convertir desafíos en oportunidades
“Las mujeres en la agricultura construyen el camino hacia un mejor futuro. Empoderar a las nuevas generaciones de mujeres es nuestra responsabilidad y en eso cumple un rol fundamental la educación”, dijo desde Estados Unidos la subsecretaria Bronaugh, quien abogó por políticas que conviertan los desafíos en oportunidades.
Joyce Irene Boye hizo una detallada exposición de las políticas del gobierno canadiense para favorecer el avance de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres. “Traemos nueva energía, ideas y soluciones a la agricultura”, consideró.
“La pandemia de Covid-19 –agregó- tuvo un profundo impacto y exacerbó varias barreras que ya enfrentábamos. En la recuperación debemos ser más inclusivos”.
A su turno, Carolina Gainza hizo hincapié en el valor de que mujeres líderes en la agricultura del continente intercambien sus experiencias y reclamó el diseño de políticas públicas con perspectiva de género que transformen los sistemas agroalimentarios.
Kyra Paul explicó la llamada Economía Verde y Azul de Dominica que promueve la seguridad alimentaria a través del uso sostenible de los recursos humanos y naturales. Paul dijo que en Dominica se trabaja para revertir las desventajas que enfrentan las mujeres en el sector agrícola y destacó que un síntoma del avance de las mujeres es que ocupan un 29% de las bancas en el Parlamento.
Maldonado se refirió al Plan Nacional de Género en las Políticas Agropecuarias que se lanzó en 2020 en Uruguay, con medidas específicas.
“El agro que queremos –anunció- tiene que contar con conocimiento que permita incrementar la productividad sin hipotecar los recursos naturales. La centralidad es trabajar con mujeres vinculadas a la ciencia y a la investigación agropecuarias. Se debe instalar la conciencia de que la equidad es un buen negocio”.
“Alcanzar el anhelado desarrollo sostenible requiere la participación de las mujeres y que estas estén en lugares de toma de decisión. La agricultura ha sido un sector exclusivamente para hombres”, sentenció la Secretaria Suazo, quien afirmó que las mujeres enfrentan obstáculos para acceder a la propiedad de la tierra y al financiamiento a tasas de interés convenientes.
El rol de la ciencia
El Foro también contó con una exposición de la profesora Londa Schiebinge, de la prestigiosa Universidad de Stanford, quien contó aspectos del proyecto de acuicultura Mola en Bangladesh, que ha tenido un rol destacado de mujeres rurales y ha hecho un extraordinario aporte a la seguridad alimentaria y nutricional de comunidades vulnerables en el país asiático.
Por su lado, Raquel Chan abogó por un mejor diálogo entre quienes diseñan las políticas públicas y el sector científico. Chan destacó el papel del IICA como aglutinador de los distintos actores hemisféricos del sector agrícola y afirmó: “Está estudiado que los países que más invierten en ciencia son los que salen de la pobreza”.
El Director General del IICA contó que fueron los propios países miembro del Instituto los que en la conferencia ministerial de agricultura de 2021 pidieron institucionalizar este espacio.
“Lo pidieron -recordó- para visibilizar, reforzar y jerarquizar la relevancia y los aportes de las mujeres rurales y, sobre todo, para proponer políticas que reduzcan las brechas y las desigualdades de género y para que esas políticas favorezcan la participación y la inclusión de las mujeres en la agenda del desarrollo rural sostenible en un marco de equidad”.
Otero apuntó que en las zonas rurales del continente viven 58 millones de mujeres, cuyo trabajo muchas veces está subregistrado y no es reconocido y enfrentan dificultades para acceder al crédito y a programas de asistencia técnica.
“Su integración en los procesos de desarrollo agrícola y rural en condiciones de equidad es fundamental para cambiar el paradigma de las zonas rurales y convertirlas en lo que deben ser, zonas de progreso, de oportunidades y de bienestar”, añadió.
“Las mujeres –concluyó- deben tener todas las herramientas para ser las protagonistas de esa agricultura intensiva en conocimiento que tantas oportunidades ofrece. Las mujeres rurales y las nuevas generaciones constituyen la mayor fuerza impulsora del sector agrícola y la dinámica en el medio rural”.