Solo la revisión del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (CAFTA-RD) podría salvar de su desaparición al sector arrocero hondureño estimaron directivos, entre quejas y un “mar” de problemas que enfrentan en la antesala del ciclo productivo.

En esta actividad económica se quejan por la falta fondos frescos, el alto costo de insumos y fertilizantes, así como de la mecanización de la tierra, del alza de la mano de obra, de los fletes, sumado a la falta de lluvias.

También golpea con fuerza la desgravación arancelaria en el contexto del CAFTA-RD que en el 2021 suplió el 80 por ciento de la demanda interna de 4.5 millones de quintales, en cambio, productores nacionales, apenas cubrieron un 20 por ciento. “Eso (desaparición del rubro) no lo puede detener nadie por mucho que quiera hacer el gobierno, solo que revisen el CAFTA” alertó el directivo, Fredy Torres, al referir que el alimento se importará el próximo año a cero aranceles.

El CAFTA-DR entró en vigor para Honduras el 1 de abril de 2006, desde el 1 enero de 2016, inició la desgravación arancelaria. Este gobierno busca opciones que le permitan renegociar el capítulo agrícola de ese TLC. El secretario de Desarrollo Económico, Pedro Barquero, confirmó la semana anterior que ya se envió la solicitud al gobierno estadounidense y solo están a la espera de una respuesta que puede tardar más de lo esperado.

Mientras, los presagios actuales son catastróficos respecto a una cosecha de arroz que caería hasta en 40 por ciento, en relación a la pasada que fue de 900 mil quintales en un área aproximada de 19 mil manzanas.