FAO urge ejecutar plan de respuesta
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) hizo un llamado a movilizar US$ 12 millones para dar una respuesta inmediata a 160 mil personas en Honduras, quienes han visto su seguridad alimentaria seriamente afectada por eventos climáticos extremos y el impacto de la pandemia.
Los fondos solicitados serán destinados a fortalecer planes de respuesta humanitaria, que buscan restaurar rápidamente los medios de vida basados en la agricultura de los hogares afectados, haciéndolos más resilientes y mejorando de manera sostenible su seguridad alimentaria y su capacidad de afrontar futuras crisis, con énfasis especial en comunidades indígenas, mujeres, niñas, niños y adolescentes, desplazados internos y personas con discapacidad.
Honduras es un país donde 1,65 millones de personas enfrentaban inseguridad alimentaria aguda en niveles de crisis o peores para el año 2020, sin embargo, el impacto de los huracanes ETA y IOTA, así como los efectos de la Pandemia por COVID-19 han incrementado el número de personas en fase 3 o superior de la CIF.
Esto se pone en evidencia con la repentina reducción en el acceso y disponibilidad de alimentos y de trabajo, la pérdida de activos productivos y cultivos, daños en áreas de producción y suministros y el agotamiento de las reservas de alimentos. Así mismo, se ha debilitado la capacidad de reacción de las comunidades hondureñas.
Los crecientes niveles de desigualdad junto con la pobreza, la violencia, los desplazamientos y el acceso limitado a los servicios sociales básicos son algunos de los principales factores que conducen a un aumento de la inseguridad alimentaria y la malnutrición en el país.
El componente de FAO del Plan de Respuesta Humanitaria de este país podría beneficiar a 160 mil personas y requiere US$ 3,5 millones para el 2021 y US$ 8,5 millones para el 2022, destinados a la capacitación coordinación con actores y líderes clave, la rehabilitación de infraestructura productiva dañada por los huracanes, el suministro de kits de sistemas de micro irrigación a 3 200 hogares, el apoyo a 9 600 hogares para establecer bancos de semillas comunitarias, y la capacitación de 32 000 jefas y jefes de hogar en mitigación de riesgos.