Renuevan fincas afectadas por la roya
Renovación, extensión técnica, educación, vinculación con el sector financiero y fortalecimiento de organizaciones de productores son parte de las acciones que el Programa Centroamericano de Gestión Integral de la Roya (PROCAGICA) ha desarrollado durante los últimos cuatro años para mejorar los medios de vida de pequeños productores rurales de Nicaragua.
La Cooperativa Campesinos Activos de Jalapa es una de esas organizaciones de caficultores y productores de granos básicos que han logrado un salto significativo en su gestión, de acuerdo con su presidente, Félix Pedro Jarquín.
“Uno de los primeros beneficios que recibimos fue el fortalecimiento de las capacidades de nuestro personal, en función del manejo de los recursos. Cada miembro del personal técnico, promotores y productores socios que han sido capacitados también fortalecen a la cooperativa y es que se debe trabajar como una cadena, para replicar conocimientos,” explicó.
La cooperativa cuenta con 511 socios, de los que 280 son pequeños caficultores y el resto se dedican a la actividad de granos básicos y otros cultivos. Con ellos se ha trabajado el fortalecimiento de las capacidades agronómicas, como el manejo de tejidos, la nutrición y el manejo de sombra.
“Conocemos sobre la producción de agroinsumos, el manejo de cafetales y fondos revolventes,” señaló Jarquín, haciendo énfasis en la oportunidad que brindó el programa para que pequeños productores cuenten con recursos para fertilizar, sin pagar altas tasas de interés con financiadoras.
“Contar con un fondo revolvente nos da mayor capacidad de apalancar más recursos para los productores. No es lo mismo presentarse a una instancia financiera, sin tener recursos disponibles, que ya teniendo parte de los recursos”, dijo el presidente cooperativo.
PROCAGICA ha venido mejorando las capacidades de 36 cooperativas en Nicaragua desde el 2017. También ha fortalecido las capacidades de 1.514 pequeños productores de café, no sólo en su gestión administrativa y organizativa, sino también en el manejo diversificado de cafetales incidiendo de manera positiva en el rendimiento de las parcelas, la calidad del grano y el aumento de la productividad de las plantaciones.
Este acompañamiento ha facilitado no sólo el mejoramiento de ingresos de los caficultores, sino la posibilidad de de contar con los recursos para la alimentación de sus familias.
Uso de nuevas tecnologías e insumos
Otra de las grandes fortalezas que les ha brindado el PROCAGICA ha sido la posibilidad de acceder a equipos motorizados para agilizar las horas de trabajo en campo, reducir costos y brindar un servicio que se convierte en una nueva fuente de ingreso y que, además, aumenta el mismo fondo revolvente creado por el programa. Este es sostenible gracias al compromiso y las capacidades administrativas adquiridas por los socios de la cooperativa.
“Difícilmente un pequeño productor de tres manzanas (2.1 hectáreas), por su propia cuenta, puede comprar una moto bomba, que cuesta más de 700 dólares o una podadora que cuesta algo parecido, pero ahora sí pueden tener acceso, con un pago mínimo y así tecnificar más su trabajo”, expresó Jarquín.
En las cooperativas también se establecieron fábricas para la elaboración de bioinsumos, como abonos foliares de alta calidad que cuentan con muchos más ingredientes que otros foliares comerciales. Productores socios de cada cooperativa los elaboran por su propia cuenta, utilizando la técnica y fórmula promovida por el PROCAGICA en procesos de enseñanza. Además del café, estos están siendo integrados a la cartilla técnica para la producción de maíz, frijol y arroz debido a los excelentes resultados obtenidos en dichos cultivos.
PROCAGICA, un programa de la Unión Europea implementado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), ha trabajado desde el 2016 con socios estratégicos regionales y con la institucionalidad cafetalera de cada país donde interviene para complementar los esfuerzos nacionales y regionales dirigidos a mejorar la preparación, la capacidad de respuesta y la resiliencia de familias de pequeños productores de café en Centroamérica frente a las amenazas originadas ante la variabilidad y el cambio climático.