Cumbre Sistemas Agroalimentarios
Por Dennis Latimer/Representante FAO-Honduras.
En septiembre de este año, el mundo tendrá una oportunidad histórica para avanzar hacia una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor, gracias a la Cumbre Mundial sobre los Sistemas Alimentarios, convocada por las Naciones Unidas.
Esta cumbre buscará establecer compromisos y medidas nacionales y mundiales para transformar los sistemas alimentarios, erradicar el hambre, enfrentar la obesidad creciente, y proteger nuestro medio ambiente, en un momento marcado por la pandemia, cuando la alimentación se ha vuelto un tema ineludible.
El aumento de la pobreza debido al COVID 19, la asociación entre obesidad y los peores efectos de la enfermedad, y el vínculo que existe entre las zoonosis y la sobrexplotación del medio ambiente han demostrado que los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible no son sólo metas de desarrollo, sino que representan el camino hacia un futuro mejor.
En preparación a la cumbre encuentro, los países han comenzado diálogos nacionales para contribuir a la solución de los desafíos de los sistemas agroalimentarios: Honduras ya comenzó una serie de intercambios para que todos los actores interesados –incluyendo las poblaciones vulnerables y tradicionalmente subrepresentados– hagan oír sus voces y compartan sus ideas.
Honduras tiene mucho que aportar al esfuerzo mundial por lograr sistemas alimentarios inclusivos, sostenibles y resilientes. Para ello, debe asumir compromisos específicos para los aportes que deberán realizar todos los sectores de la sociedad hondureña, para garantizar que todas las voces sean escuchadas, sin dejar a nadie atrás.
Los Diálogos Nacionales iniciaron en marzo bajo el liderazgo de la Secretaría de Coordinación General del Gobierno y la Secretaría de Cooperación y Promoción Internacional, con el apoyo del Sistema de Naciones Unidas en Honduras y la Alianza de Bioversity International y CIAT. En el primer diálogo participó el Comité Técnico Institucional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (COTISAN), y se prevé se extiendan diálogos adicionales hasta junio de 2021, incluyendo a los Grupos de Trabajo Regionales de Seguridad Alimentaria y Nutricional, las autoridades locales, asociaciones de productores, agricultores locales, microempresas, mujeres y pueblos indígenas. De este modo, es asegurado que todos participen en las Vías de Acciones específicas de cara a la Cumbre Mundial, y que puedan comprender sus compromisos.
¿Por qué es tan importante la Cumbre Mundial? Porque los alimentos nos unen como familias, como comunidades y como naciones. Son la base de nuestra cultura, economía y relación con el entorno natural. Los sistemas alimentarios –desde la siembra hasta la mesa– involucran como un factor integral a las personas para comprar, vender y canjear y consumir; por ello, los sistemas alimentarios afectan todas las áreas de la vida humana, incluyendo la salud.
La escala y el funcionamiento de los sistemas alimentarios locales, regionales y globales se han vuelto tan complejos que pueden ser muy difíciles de comprender. Pero con esa complejidad, vienen oportunidades: Cuando todo funciona bien, los sistemas alimentarios nos unen. Pero cuando hay disrupciones o fallas, nuestros sistemas alimentarios pueden ser una amenaza a nuestra salud y economía, así como para los derechos humanos, la paz y la seguridad. Y muchas veces, las poblaciones más postergadas sufren los peores efectos.
A nivel mundial, producimos más alimentos que nunca. Sin embargo, hay 690 millones de personas que pasan hambre y cerca de 2, 000 millones sufren sobrepeso u obesidad, lo que contribuye al incremento de enfermedades crónicas no trasmisibles que, son la principal causa de muerte y discapacidad en el mundo.
El cambio climático no sólo dificulta la producción de alimentos, sino que se ve recrudecido por el mal funcionamiento de los sistemas alimentarios: el 29% de las emisiones de gases de efecto invernadero proceden de la cadena de producción de alimentos.
En los últimos 50 años, la producción mundial de alimentos se ha incrementado en casi un 300% gracias a nuestra increíble capacidad para innovar. No obstante, el hambre, la desnutrición o malnutrición han permanecido durante los últimos 50 años y durante la pandemia, la situación solo empeoró. También seguimos desperdiciando más de un tercio de todos los alimentos que producimos. Estos problemas requieren atención urgente.
Por eso es fundamental mejorar los sistemas alimentarios para construir un futuro sostenible. Mejores sistemas alimentarios deben dar lugar a un mundo de ecosistemas y biodiversidad sostenibles, un mundo de personas resilientes, empoderadas y con medios de vida dignos. Se necesitan ideas nuevas, asociaciones sólidas y un diálogo mundial que nos permitan asumir el compromiso necesario para transformar el sistema. Todos formamos parte.
El éxito de la Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios del 2021 depende de las ideas y compromisos de todos. Por eso, la participación de diferentes grupos en la Cumbre es fundamental. En Honduras, ya contamos con una multitud de ejemplos de comunidades, organizaciones de agricultores, empresas, líderes indígenas y particulares que están tomando la iniciativa para transformar los sistemas alimentarios hacia un cambio positivo.
Gracias a la Cumbre, el mundo podrá tomar conciencia de que debemos trabajar todos juntos para transformar la forma en que producimos y consumimos alimentos. También es una cumbre de soluciones que requerirá la adopción de medidas para transformar los sistemas alimentarios del mundo. Es una Cumbre para todos.